Este monovolumen del segmento C ha sufrido varios cambios hasta lo que es hoy denominado el New Beetle, si bien este sucesor del viejo Beetle no pierde la calidad y confort que destacaba al que salió por la década del 60. El diseño semicircular (guardabarros delanteros, traseros y arco del techo) se encuentran adornado por unos faros redondeados y el peculiar capó que mantiene la esencia del clásico “escarabajo”.
El interior de este modelo tiene un estilo retro, pero en contrapartida, deja mucho que desear que este coche no cuente con un solo plástico blando en su interior.
Este modelo ofrece 4 plazas. Se propuso de esta manera prefiriendo comodidad en la parte trasera ante una plaza adicional que incomodaría al resto de los ocupantes.
Sobre el motor 1.2 TSI, al contrario a todas las opiniones que esperaban menos de un motor tan pequeño), este es suficientemente enérgico. El consumo durante unos 1.500 kilómetros ronda los 6,9 litros con maletas y 2 ocupantes. Con carga plena es notable la pérdida de prestaciones.
El tacto de todos los mandos, como el de la dirección y la palanca de cambios, es muy bueno. Además, la suspensión es muy cómoda y la suavidad de marcha está a la altura de las expectativas.
Para los más deportivos y enamorados de la estética del coche existe la variable de motor 2.0 TSI de 200V, el Beetle GTI, que cuenta con eje trasero multibrazo y un diferencial XDS. Obviamente, viene con un diseño mucho más deportivo.