Pocos coches tienen tanto estilo, elegancia y potencia como el cupé deportivo de Ford, el S-MAX, creado bajo la premisa de alcanzar la perfección sobre ruedas.
Este coche fue desarrollado con el más minucioso cuidado en los detalles tanto en el exterior como en los interiores, agregando además recursos tecnológicos que no sólo le dan más potencia sino que además son amigables con el medio ambiente.
Los faros bi-xenón de descarga de alta densidad le dan doble potencia a la iluminación y su consumo de energía es dos tercios menor haciéndolo seguro para conducirse en rutas con poca visibilidad.
Ford creó tres versiones del S-MAX (Trend, Titanium y Titanium- S, uno más lujoso que el otro, pero todos con el mismo estilo deportivo de lujo) con lo mejor de la tecnología automotriz, pues cuenta con el primer motor de una nueva generación de los Ford EcoBoost SCTI con un consumo de combustible bajo y emisiones de contaminantes reducido. Este sistema está basado en la forma en que conduces, pues mide la forma de frenado, aceleración y anticipa las necesidades de ahorro.
El S-MAX trabaja con un programa de estabilidad para reducir la distancia de frenado sobre superficies irregulares, lo que da una mayor seguridad en su conducción. Además, el control de velocidad permite que el chofer mantenga la distancia que elija de forma automática, lo que impide que haya un frenado brusco en caso de encontrarse con otro vehículo de frente.
Para los amantes del paisaje, S-MAX cuenta con un modelo en el que se puede solicitar al fabricante un techo panorámico que hará de su viaje una verdadera aventura.