Volvo por sí sola es una marca de elegancia. Si quieres ver un coche en el que esa cualidad se materialice, entonces buscas el modelo S40, producido desde 1996 y convertido en un éxito desde entonces.
Este sedán, considerado dentro del segmento C, es un modelo único con cinco plazas y cuenta con un motor transversal y tracción delantera o en las cuatro ruedas. Si bien su tipo es único hay una variante familiar que también ha sido muy bien recibida por el mercado.
Como tal el S40 se dejó de producir a finales de 2012, pero fue para darle paso al nuevo modelo V40.
La primera generación del S40 fue producida por Mitsubishi, con elementos compartidos por Volvo y recibió el nombre de Carisma, pero no tuvo gran éxito. De ahí la necesidad de sacarlo del mercado y presentar un modelo totalmente renovado y caracterizado por la seguridad que le ofrece al conductor. Fue así como de manera oficial, en 1997, se presentó el S40, esta vez sí con un éxito garantizado.
Para ser un sedán de lujo y con potencia, su motor es muy económico, pues es de cuatro válvulas por cilindro. El S40 se puede encontrar con transmisión automática o manual de cinco velocidades que mantienen la revolución del motor para que el consumo de combustible sea menor y más efectivo.
El sistema de seguridad es uno de los más efectivos del mercado y privilegia siempre la protección de sus ocupantes ante una situación de riesgo.